Cuando se trata de la empresa que estás manejando, no importa si es grande o pequeña, el objetivo de una estrategia empresarial sostenible es impactar positivamente al medioambiente y a la sociedad. En resumen, eso es lo que buscas al intentar hacer que tu negocio sea más sostenible.
Hay un par de cosas que debes tener en cuenta y en las que debes actuar (recuerda, ¡las acciones hablan más que las palabras!):
1. Usa productos y servicios sostenibles
Hagas lo que hagas, es probable que necesites ciertos productos o servicios para hacer funcionar tu negocio. La sostenibilidad no empieza solo contigo, sino que es todo un camino. Ya sea usando materiales sostenibles en el proceso de fabricación, el papel y los bolígrafos en tu oficina, o incluso en cómo llevas la contabilidad: siempre hay una manera de elegir opciones más ecológicas. Si tienes una oficina o un lugar físico para trabajar, también puedes considerar fuentes de energía sostenibles.
2. Ofrece posibilidades de trabajo remoto
Cómo gestionas el transporte hacia y desde el trabajo es una gran parte de tus esfuerzos sostenibles. Si todos tus empleados necesitan conducir para llegar al trabajo, este es un impacto negativo que puedes evitar fácilmente ofreciendo posibilidades de trabajar de manera remota. Si la industria en que estás no permite trabajar desde casa, ve si puedes cubrir costos de transporte público (total o parcialmente).
3. Hazlo una prioridad
Si construyes toda tu estrategia basada en la sostenibilidad, ya llevas ventaja. Muchas empresas intentan “hacerlo” primero, o solo actúan cuando están en medio de un escándalo, lo que suele ser después de que ya han causado mucho daño. Empieza con la sostenibilidad en el centro. Establece objetivos y asegúrate de cumplir con los estándares ecológicos de la industria.
4. Por último, pero no menos importante, haz productos sostenibles
Sobra decir que incluso si sigues todo lo anterior, si el producto o servicio que ofreces no es sostenible, tus esfuerzos son casi en vano. Sé consciente de todo el recorrido del producto: desde cómo se hace hasta cómo se desecha. Ten en cuenta el embalaje y la distribución. Al final del día, una empresa verdaderamente sostenible tiene un producto que mejora el medioambiente y la sociedad.
Ah, y una vez que tengas una empresa sostenible…elige una cuenta bancaria de empresa sostenible para ahorrar tiempo en cada paso.